Enseñanzas



Cualquiera que camine sobre barrios chinos puede observar a un hombre corpulento que llevaba un saco de lino.
Los comerciantes chinos lo llaman chino feliz o Buda.
No tenía ningún deseo de llamarse a sí mismo maestro Zen o reunir discípulos.
En su lugar caminaba por las calles con un gran saco en el que ponía regalos como dulces, frutas o rosquillas.
Se los regalaría a los niños que se reunieron junto a él a jugar.
Así estableció un jardín de niños de la calle.
Cada vez que se encontraba con un devoto Zen extendía su mano y decía : -"Dame un centavo".
Y si alguien le pedía que regresara a un templo para enseñar respondía : -"Dame un centavo".
Alguien que pasaba a su lado le preguntó : -¿Cuál es el significado del Zen...?
Hotei, dejó caer su bolsa en el suelo en respuesta silenciosa.
Entonces otro le preguntó :-¿Qué es la actualización del Zen...?
De inmediato el chino feliz giró el saco al hombro y siguió su camino.
Moraleja:
Existe gente que no quiere estar oprimido y no quiere ser opresor;
 que quiere el máximo bienestar,
 la máxima libertad,
 el máximo desarrollo posible para todos los seres humanos.


IGNORAR ESTE ASPECTO BÁSICO DEL FUNCIONAMIENTO DE LA MENTE ES LA CAUSA PRINCIPAL DEL SUFRIMIENTO, SEGÚN EL MAESTRO BUDISTA CHÖKYI NYIMA

Antes que otra cosa, antes que los fascinantes rituales religiosos de purificación, que el mantra y el yoga de sus vehículos de liberación, el budismo es una filosofía de la mente. El Buda en repetidas ocasiones mencionó que la esencia de su enseñanza era el control y el conocimiento de la mente. En el Dhammapada se explica desde el principio que nuestro estado actual es resultado de nuestra actividad mental y, tan seguro como la rueda sigue a la pezuña del buey, si nuestros pensamientos son negativos o impuros sufriremos las consecuencias. En esto consiste una de las grandes aportaciones del budismo: aplicar la ley de la causa y el efecto a la mente y no restringir su dominio sólo a un mundo material dualista. El materialista quisiera, sin embargo, que fuera de otra forma y que pudiera escapar de sus propios actos --al tiempo que mantiene sus posesiones materiales. Pero lo único que perdura, más allá de la rueda de muerte y renacimiento, según el budismo, es la intención, esa intensidad, ese aspecto cualitativo que le hemos imprimido a nuestra vida y se ha convertido con el tiempo en nuestra conciencia base.
En una reciente plática en la Ciudad de México, el maestro Chökyi Nyima Rinpoche, uno de los grandes maestros de las tradiciones tibetanas kagyu y nyingma, expuso lo que considera es la esencia del buddha-dharma, "la medicina" de la doctrina del Buda --a quien podemos considerar, más que un salvador, un doctor que nos ofrece una poderosa medicina que de todas maneras debemos tomar nosotros (esta es la metáfora clásica del dharma). Chökyi Nyima dijo que la causa esencial del sufrimiento en este plano de existencia es la ignorancia que tenemos los seres humanos de cómo funciona la mente. Es difícil ponerlo más sencillo: "las emociones negativas producen infelicidad y las emociones positivas producen felicidad". No nos tenemos que complicar la vida cuestionando la existencia del "bien y el mal" o poniendo en entredicho qué es positivo y qué es negativo, todos tenemos una experiencia directa de que emociones como el enojo, los celos, la envidia, etc., hacen que nos sintamos mal y no contribuyen a nuestro bienestar (el budismo las conoce como venenos, sustancias tóxicas y densas que oscurecen nuestra mente natural). En cambio, emociones como la compasión o el amor hacen que nos sintamos bien y crean un circuito de virtud.
Aunque comúnmente no se considera como una emoción, Chökyi Nyima hace un buen punto cuando dice que "no apreciar lo que se tiene es una emoción negativa", la cual conduce a la infelicidad. Esto ilustra otra de las nociones fundamentales del budismo, ya que estar insatisfecho con lo que se tiene es generalmente pasar el tiempo descontento deseando lo que los demás tienen o lo que vemos con los sentidos y que no tenemos (lo cual genera, a su vez, algunas de las emociones mencionadas anteriormente). Esto a su vez es una señal de que ignoramos la naturaleza impermanente de las cosas, ya que si estuviéramos continuamente conscientes de ella no estaríamos deseando esto o aquello, con avidez o aversión, puesto que todos estos objetos de nuestro deseo que prometen placeres y satisfacciones son ilusiones en tanto que son efímeros. Meditar sobre la muerte y la impermanencia de todas las cosas es muy importante en las etapas preliminares del budismo, justamente siendo este uno de los pensamientos que llevan al dharma y permiten a la mente mayor calma y concentración, al no verse atraída y atrapada por los objetos del deseo. 
El budismo sostiene que este circuito de felicidad o infelicidad relacionado a estas emociones es algo científico, algo que ocurre siempre, tan seguro como las cuatro fuerzas que rigen el universo según la física. Una emoción negativa nos hará infelices, producirá sufrimiento. Si deseamos que a alguien le vaya mal o si nos pasamos reviviendo un rencor en la mente sin poder olvidar que alguien nos hizo algo, esto en ese mismo instante está sembrando un estado posterior de sufrimiento. Por otro lado si deseamos genuinamente que otra persona sea feliz, si sentimos amor hacia el mundo, si apreciamos la belleza de las cosas, esto estará produciendo posteriormente una tendencia de felicidad. Para el budismo esto es así ya que cada intención o motivación mental (cetana) produce karma. No somos juzgados por nuestras acciones por una entidad metafísica invisisible o ulterior, sino que cada acto se inscribe en nuestro mente-cuerpo en el momento --si bien pueden haber semillas que tardan en aflorar. Desde una perspectiva científica existe una clara correlación entre la generación de ciertas hormonas ligadas al estrés --como la adrenalina y el cortisol-- y emociones negativas como el enojo y, por otro lado, entre la secreción de hormonas ligadas a la relajación, a la felicidad y a los mecanismos de sanación natural del cuerpo, como la oxitocina, la serotonina, GABA y otras, al manifestarse emociones como el amor y la compasión.
A veces queremos ser más intelectuales que esto y crear una estructura psicológica muy compleja para explicar por qué somos como somos. Somos seres complejos, únicos, especiales. Sí, ciertamente podemos estar actuando el personaje y viviendo complejos, arquetipos o traumas y demás aspectos de la personalidad; sí, tal vez debemos indagar en nuestro pasado, ver cómo nuestra infancia nos marcó, ver cómo seguimos actuando patrones atávicos --atrapados en bucles de un yo no individuado neurótico. Todo puede ser cierto e incluso útil en ciertos casos, pero este tipo de análisis no es una medicina que podamos aplicar universalmente. Por otro lado, ser conscientes de que si la mente produce emociones negativas esto generará sufrimiento --que no hay escapatoria a la cualidad de mis actos, palabras y pensamientos-- es algo que tiene una aplicación universal y que me parece irrefutable. Otro diferenciador importante que tiene el budismo en ese sentido --siguiendo la analogía de la medicina-- es que no sólo realiza el diagnóstico y receta la medicina, sino que hace especial énfasis en enseñar cómo tomársela para que rinda efecto. Esto es, no sólo explica cómo es que una mente descontrolada genera sufrimiento, sino que enseña, puntualmente a través del samadhi (la calma y la concentración, uno de los tres pilares del óctuple sendero de la liberación) a dominar la mente. 
En suma, lo que esto nos dice es que somos libres y tenemos el poder en este momento de generar felicidad (aunque es necesario tener un poco de paciencia puesto que puede que estemos inmersos en muchas inercias kármicas y tengamos que ir cultivando buenos hábitos). La motivación esencial que llevó al Buda a buscar la iluminación es darse cuenta que el mundo es sufrimiento. El sufrimiento es el inicio de la sabiduría. ¿Para que queremos saber? No para pregonar que sabemos, solamente para eliminar el sufrimiento y acaso para celebrar la belleza de la vida desde la atalaya de la libertad. La psicología budista --que es también, como le gustaba decir a Jung de su propio trabajo, una alquimia psicológica-- parte de este principio básico de que con cada pensamiento estamos generando el futuro que padeceremos. Un famoso dicho dice: "si quieres saber lo que has hecho antes mira el cuerpo que tienes ahora y si quieres saber cómo va a ser el futuro observa lo que estás haciendo ahora".
Chökyi Nyima agrega que el secreto de la felicidad es la bondad. Lógicamente, puesto que generar en nosotros y fomentar en los demás emociones positivas (buenas) producirá felicidad, en nosotros y en los demás, algo que recalca otra de las enseñanzas del budismo mahayana, y la cual sustenta este argumento: no tenemos existencia individual inherente, somos una red de relaciones, una serie de hábitos y reflejos en un gran espejo mandálico de interdependencia, así brindarnos a los demás con compasión y sin expectativa es llevar la sabiduría a la práctica.

Twitter del autor: @alepholo



Hoy es el día ideal... → DALAI LAMA











La meta principal es la autorrealización
íntima del Ser. No debe descuidarse por las
metas secundarias, y el mejor servicio que
puede hacerse a los demás es la liberación de
uno mismo.


El odio nunca se extingue por el odio en este
mundo; solamente se apaga a través del amor.
Tal es una antigua ley eterna.


El hombre que tiene miedo, busca refugio en los
montes,en los bosques sagrados o en los templos.
Sin embargo tales refugios no sirven, pués allí
donde vaya, sus pasiones y sus sufrimientos lo
acompañarán.


Tu peor enemigo no te puede dañar tanto como tus
propios pensamientos. Ni tu padre, ni tu madre,
ni tu amigo más querido, te pueden ayudar tanto
como tu propia mente disciplinada.


No trates de cambiar tu deber por el de otro,
ni descuides tu trabajo por hacer el de otro.No
importa lo noble que éste pueda ser. Estás aquí
para descubrir tu propio camino y entregarte a
él en cuerpo y alma.


Todos los estados encuentran su origen en la
mente.
La mente es su fundamento y son creaciones de
mente.
Si uno habla o actúa con un pensamiento impuro
entonces el sufrimiento le sigue de la misma
manera que la rueda sigue la pezuña del buey.
Si uno habla o actúa con un pensamiento puro,
entonces la felicidad le sigue como una sombra
que jamás le abandona.






 Los 14 Preceptos de Thich Nhat Hanh
1. No seas idólatra ni te ates a ninguna doctrina, teoría o ideología,
incluso a las Buddhistas. Todos los sistemas de pensamiento son
medios de guía; no son la verdad absoluta.
2. No creas que el conocimiento que tienes en este momento es la
verdad inmutable, absoluta. Evita ser de mentalidad estrecha y
atarte a los puntos de vista presentes. Aprende y practica el
desapego de los puntos de vista para estar abierto a recibir los
puntos de vista de los demás. La verdad se encuentra en la vida y no
meramente en el conocimiento conceptual. Prepárate para aprender
a través de toda la vida y a observar la realidad en ti mismo y en el
mundo en todo momento.
3. No fuerces a los demás, ni siquiera a los niños, por ningún medio
en absoluto, a adoptar tus puntos de vista, ya sea por autoridad,
amenaza, dinero, propaganda o incluso educación. Sin embargo, por
medio del diálogo compasivo, ayuda a los demás a renunciar al
fanatismo y la estrechez.
4. No evites el contacto con el sufrimiento ni cierres tus ojos ante el
sufrimiento. No pierdas la conciencia de la existencia del
sufrimiento en la vida del mundo. Encuentra maneras para estar con
aquellos que están sufriendo por todos los medios, incluyendo el
contacto personal y las visitas, imágenes, sonido. Por tales medios,
despierta tú mismo y a los demás a la realidad del sufrimiento en el
mundo.
5. No acumules riqueza mientras millones están hambrientos. No
tomes como el objetivo de tu vida a la fama, el provecho, la riqueza
o el placer sensual. Vive simplemente y comparte el tiempo, la
energía y los recursos materiales con quienes están en necesidad.
6. No mantengas ira u odio. Tan pronto como surgen la ira y el odio,
practica la meditación sobre la compasión para comprender
profundamente a las personas que han causado ira y odio. Aprende
a ver a los otros seres con los ojos de la compasión.
7. No te pierdas en la dispersión y en el ambiente que te rodea.
Aprende a practicar la respiración para recuperar la compostura del
cuerpo y la mente, para practicar la atención, y para desarrollar la
concentración y la comprensión.
8. No pronuncies palabras que puedan crear discordia y causar
ruptura en la comunidad. Haz todos los esfuerzos para reconciliar y
resolver todos los conflictos, aunque sean pequeños.
9. No digas cosas falsas por el bien del interés personal o para
impresionar a las personas. No pronuncies palabras que causen
desviación y odio. No difundas noticias que no sabes si son ciertas.
No critiques o condenes cosas de las que no estás seguro. Habla
siempre verdadera y constructivamente. Ten el valor de hablar
sobre situaciones de injusticia, aun cuando hacerlo pueda amenazar
tu propia seguridad.
10. No uses a la comunidad Buddhista para ganancia o provecho
personal, ni transformes tu comunidad en un partido político. Una
comunidad religiosa debe, sin embargo, tomar una actitud clara
contra la opresión y la injusticia, y debe esforzarse por cambiar la
situación sin engancharse en conflictos partidarios.
11. No vivas con una vocación que sea dañina para los humanos y la
naturaleza. No inviertas en compañías que priven a los demás de su
oportunidad de vivir. Elige una vocación que ayude a realizar tu
ideal de compasión.
12. No mates. No permitas que otros maten. Encuentra todos los
medios posibles para proteger la vida y prevenir la guerra.
13. No poseas nada que debería pertenecer a los demás. Respeta la
propiedad de los demás pero evita que los demás se enriquezcan
con el sufrimiento humano o el sufrimiento de otros seres.
14. No maltrates a tu cuerpo. Aprende a manejarlo con respeto. No
veas a tu cuerpo sólo como un instrumento. Preserva las energías
vitales (sexual, respiración, espíritu) para la realización del Camino.
La expresión sexual no debería ocurrir sin amor y compromiso. En
las relaciones sexuales, sé consciente del sufrimiento futuro que
pueda causarse. Para preservar la felicidad de los demás, respeta
los derechos y compromisos de los demás. Sé plenamente consciente
de la responsabilidad de traer nuevas vidas al mundo. Medita sobre
el mundo al cual estás trayendo nuevos seres.
No creas que yo siento que sigo todos y cada uno de estos
preceptos perfectamente. Sé que fallo de muchas maneras. Ninguno
de nosotros puede cumplir plenamente cualquiera de ellos. Sin
embargo, debo trabajar hacia una meta. Esta es mi meta. Ninguna
palabra puede reemplazar a la práctica, sólo la práctica puede hacer
a las palabras.
“El dedo que señala la luna no es la luna”.

Ciudad Virtual de la Gran Hermandad Blanca - http://hermandadblanca.org/

 Facilitado por Carol SImpson




NO TOMAR LA VIDA TAN ENSERIO














Los discípulos esperaban ansiosos la llegada de un famoso Maestro y, como su visita era poco frecuente, se dedicaron a preparar las preguntas que iban a hacerle.

Cuando al fin llegó, se reunieron en el templo y la tensión era extrema, pues nadie sabia por dónde comenzar la conversación... Al principio el Maestro no dijo nada, los miraba fijamente a los ojos, luego empezó a sonreír y la tensión desapareció, todos en el salón lo imitaron. Entonces el santo comenzó a reír y todos rieron, rieron y rieron por largo rato... sin saber por qué, la risa era contagiosa y progresiva. Transcurrió mucho tiempo hasta que dejaron de reírse y todos se sentaron a disfrutar de la deliciosa paz que invadía el recinto, pues no había diferencias que los separaran, eran sólo uno. Entonces el santo pronuncio sus únicas palabras de esa noche: "Espero haber respondido satisfactoriamente a todas vuestras preguntas" y rió de nuevo y todos rieron con él.
La alegría y la espontaneidad anularon al ego y cuando el ego muere muchos problemas desaparecen con él y donde no hay ego, está el amor, están las respuestas y está Dios.
Es importante que aprendamos a soltar... a bajar las defensas que construimos y mantuvimos por tanto tiempo para defendernos de los demás y de algunas circunstancias de la vida. Es tiempo de cambiar nuestra dinámica de vivir, para abrirnos de nuevo a experimentar y saborear las situaciones nuevas que nos ofrece el universo día a día.
Perdamos el miedo a hacer el ridículo. Mostrémonos tal cual somos, seamos auténticos, hagamos de un momento difícil algo divertido para los demás y para nosotros, busquemos siempre el lado amable de la vida. Somos dados a dramatizar y a fijar nuestra atención en el aspecto difícil y doloroso de nuestra vida. Así que despojémonos de esa careta de frialdad y apariencia, saludemos, sonriamos, atrevámonos a ser nosotros mismos sin miedo al qué dirán, busquemos el lado positivo, bello y divertido de la vida.

Herramientas

No alardees.
No exageres ni seas ostentoso frente a los demás, acerca del éxito que has alcanzado. Si lo haces, parecerás una persona engreída y tus amigos, conocidos o familiares se sentirán agredidos por tu actitud. Evita herir susceptibilidades que solo producen envidias y celos. Quien siembra vientos obtendrá tempestades.
Actúa con simpatía.
Pon el mundo a tu favor, cuando te ríes de ti, dejas de ser una amenaza para la estima y el ego de los demás. Recuerda que dentro de cada uno de nosotros existen miedos y debilidades que nos hacen sentir vulnerables, muchas veces resulta muy tranquilizador que otro se muestre igual a nosotros y que en vez de esconder sus defectos se ría de ellos, es una demostración de salud mental y de un espíritu libre.
No seas solemne, sé ligero.
Cuando evitamos tomar la vida muy en serio y acudimos al sentido del humor para encontrarle la parte divertida a la situación por dura que ésta sea, el buen humor nos sirve de catalizador para suavizarla y al final poder solucionarla sin que nos afecte ni nos marque tan profundamente.
Se auténtico:
No imites a nadie, limítate a ser tú mismo con tranquilidad y confianza, evita aparentar ser quien en realidad no eres, vive tu vida con sencillez y sé transparente en todo momento, busca la felicidad en los aspectos sencillos y esenciales de la vida. Vivir con la verdad, te asegura no tropezarte más adelante con las mentiras que hayas dicho en tu vida.
No busques lástima de los demás
. Si las cosas van mal no te recrees en tu miseria, levántate, no busques culpables, no te justifiques buscando siempre una excusa para tus errores. Toma la responsabilidad de tu vida, reconoce tus errores y asume el compromiso de corregirlos para no volverlos a cometer. Búscale el lado amable a la situación, esto te servirá para tomar un poco de distancia y restarle gravedad a la situación que enfrentas. Mantén el entusiasmo, fortalece tu estima personal, recupera la confianza en ti mismo, fomenta el buen humor y conecta a la fe en tu interior.
Si te preguntan: ¿Cómo estás? Responde sonriendo: Bien, pues podría estar peor.

Evita tomar la vida tan en serio, vamos... deja de sufrir, ábrete a la posibilidad de encontrar el lado positivo que también tiene la situación por la que atraviesas. Aprender a reírnos de nuestra actitud, y de algunas de las situaciones aparentemente difíciles que enfrentamos, hará que podamos salir de ellas con menos heridas emocionales que sanar. A veces la vida puede ser demasiado dura... para tomarla en serio

.
Libro
ADIESTRAR LA MENTE
Su Santidad el Dalai Lama

Descargar aqui Adiestrar la mente

Su Santidad el XIV Dalai Lama dio estas enseñanzas en la Universidad de

Washington D.C. el 8 de noviembre de 1998, con motivo de la invitación de

la Conservancy for Tibetan Art and Culture (CTAC) y del Kennedy Political

Union de la Universidad Americana.







008.gif picture by TERE_19_10
Nada de lo que escuches,sin importar quien lo diga.
Nada de lo que leas, sin importar dònde estè escrito,
Nada debes aceptar, sin previo discernirlo.
Y por tì mismo, deberàs decidir su validez o no,
¡INVESTIGA!

                                              
Flor de Loto


MAESTRO, ¿qué debo hacer para no quedarme molesto?.. Algunas personas hablan demasiado, otras son ignorantes. Algunas son indiferentes. Siento odio por aquellas que son mentirosas y sufro con aquellas que calumnian.

- ¡Pues, vive como las flores!, advirtió el maestro.

- Y ¿cómo es vivir como las flores?, preguntó el discípulo.

- Pon atención a esas flores -continuó el maestro, señalando unos lirios que crecían en el jardín.
Ellas nacen en el estiércol, sin embargo son puras y perfumadas. Extraen del abono maloliente todo aquello que les es útil y saludable, pero no permiten que lo agrio de la tierra manche la frescura de sus pétalos.

Es justo angustiarse con las propias culpas, pero no es sabio permitir que los vicios de los demás te incomoden.

Los defectos de ellos son de ellos y no tuyos.

Y si no son tuyos, no hay motivo para molestarse...

Ejercita pues, la virtud de rechazar todo el mal que viene desde afuera y perfuma la vida de los demás haciendo el bien.
Ésto, es vivir como las flores.





APEGOS
Un pájaro herido no puede volar,
pero un pájaro que se apega a una rama de árbol, tampoco.

¡Deja de apegarte al pasado! 
Dice el proverbio hindú: 
"El agua se purifica fluyendo; el hombre, avanzando.
" El mundo está lleno de sufrimiento;
la raíz del sufrimiento es el apego;
la supresión del sufrimiento significa la eliminación,
el abandono de los apegos.

Hay un deseo común,
que es el cumplimiento de lo que se cree que va a dar felicidad al yo,
 al ego.
Ese deseo es apego,
porque ponemos en él la seguridad,
la certeza de la felicidad.

Es el miedo el que nos hace desear la felicidad,
y ella no se deja agarrar.
Ella es.
Esto sólo lo descubrimos observando,
bien despiertos,
viendo cuándo nos mueven los miedos
y cuándo nuestras motivaciones son reales.

Si nos aferramos a los deseos,
es señal de que hay apego. ¿Abandonar los apegos significa apartarse del mundo material?
La respuesta es:
¡No!

Uno usa el mundo material,
uno goza el mundo material,
pero no debe hacer depender su felicidad del mundo material.
¿Está esto suficientemente claro?

Uno comienza a gozar las cosas cuando está desapegado,
porque el apego produce ansiedad.
Si estás ansioso cuanto te aferras a algo,
difícilmente podrás gozarlo.

Por lo tanto,
lo que te propongo no es una renuncia al goce:
es una renuncia a la posesividad,
a la ansiedad, a la tensión,
a la depresión frente a la pérdida de algo.

-¿De dónde crees que provienen todos los conflictos?
De los apegos.

-¿De dónde crees que proviene el sufrimiento?
De los apegos.

-¿De dónde crees que proviene la soledad?
De los apegos.

-¿De dónde crees que proviene el vacío?
Tú lo sabes: el origen es el mismo.

-¿De dónde crees que provienen los temores?
También de los apegos.
Sin apego no hay temor.
¿Lo pensaste alguna vez? 
Sin apego no hay temor.
Desconozco el autor.
"Todo tiene su belleza, pero no todos la ven" (Confucio).


La práctica del Vedanta

Para realizar la Divinidad interior uno no debe ser egoísta. La simpatía hacia los demás es, de hecho, una marca de espiritualidad. Para ello es necesario el cultivo consciente de las virtudes. Una vida virtuosa es la base de todo crecimiento espiritual. Las excelencias internas potenciales solo pueden ser manifestadas por una persona virtuosa.

❝La Verdad es una, los sabios la describen de varias maneras.❞
Hay seis enemigos internos que incitan al ser humano a ser egoísta. Ellos son: los deseos egoístas (Kama), la ira (Krodha), la codicia (Lobha), la ofuscación (Moha), el orgullo (Mada) y los celos (Matsarya). La persona religiosa que está buscando la realización de Dios debe conquistar estos enemigos.
Mucha importancia ha sido dada a la forma en la que un hindú ó un vedantista conduce su vida en cada momento. El proceso todo consiste en ser y transformarse. Así pues, uno debe seguir el dharma, el cual consiste en vivir rectamente. Sólo al llevar una vida de dharma puede uno transformar en espiritual su perspectiva sensual de la vida. Dharma es la consititución interna de una cosa. Así, el dharma básico de cualquier ser humano consiste en comportarse humanamente. Además, dharma significa religión, rectitud, deber y virtud. Se debe tener una visión religiosa amplia, ser virtuoso y cumplir con los deberes y responsabilidades.
En el Manusmriti (VI:92) se describen las diez características del Dharma como: imperturbabilidad, la capacidad de perdonar, autocontrol, no robar, pureza (limpieza), control de los sentidos, discernimiento, sabiduría, veracidad y ausencia de ira. El hombre ideal debe poseer todas estas virtudes en pleno. Las prácticas del Hinduísmo conducen a eso; siguiéndolas el hombre cumple el principal propósito de la vida humana: la realización de Dios. Sri Ramakrishna decía: "Ha nacido en vano el hombre que, habiendo logrado el nacimiento humano, tan difícil de obtener, no trata de realizar a Dios en esta misma vida."




Extraído de la pagina : http://www.ramakrishna.org.
ar


Colaboracion de Oscar Cardoso 


Un Buda estaba meditando junto con sus dicípulos en el bosque, cuando un hombre de repente lo empezó a insultar y querer agredir.



Buda salió del trance al instante y con una sonrisa plácida envolvió con compasión al agresor; sin embargo, los discípulos reaccionaron violentamente, atraparon al hombre y alzando palos y piedras, esperaron la orden del Buda para darle su merecido.

Buda en un instante percibe la totalidad de la situación, y les ordena a los discípulos, que suelten al hombre y se dirige a este con suavidad y convicción diciéndole:

-“Mire lo que usted generó en nosotros, nos expuso como un espejo muestra el verdadero rostro. Desde ahora le pido por favor que venga todos los días, a probar nuestra verdad o nuestra hipocresía. Usted vio que en un instante yo lo llené de amor, pero estos hombres que hace años me siguen por todos lados meditando y orando, demuestran no entender ni vivir el proceso de la unidad y quisieron responder con una agresión similar o mayor a la recibida.
Regrese siempre que desee, usted es mi invitado de honor. Todo insulto suyo será bien recibido, como un estímulo para ver si vibramos alto, o es sólo un engaño de la mente esto de ver la unidad en todo”.
Cuando escucharon esto, tanto los discípulos como el hombre, se retiraron de la presencia del Buda rápidamente, llenos de culpa, cada uno percibiendo la lección de grandeza del maestro y tratando de escapar de su mirada y de la vergüenza interna.
A la mañana siguiente, el agresor, se presentó ante Buda, se arrojó a sus pies y le dijo en forma muy sentida
-”No pude dormir en toda la noche, la culpa es muy grande, le suplico que me perdone y me acepte junto a Usted”
Buda con una sonrisa en el rostro, le dijo: “Usted es libre de quedarse con nosotros, ya mismo; pero no puedo perdonarlo”
El hombre muy compungido, le pidió que por favor lo hiciera, ya que él era el maestro de la compasión, a lo que el Buda respondió:
-“Entiéndame, claramente, para que alguien perdone, debe haber un ego herido; solo el ego herido, la falsa creencia de que uno es la personalidad, ese es quien puede perdonar, después de haber odiado, o resentido, se pasa a un nivel de cierto avance, con una trampa incluida, que es la necesidad de sentirse espiritualmente superior, a aquel que en su bajeza mental nos hirió. Solo alguien que sigue viendo la dualidad, y se considera a sí mismo muy sabio, perdona, a aquel ignorante que le causó una herida”.
Y continuó: “No es mi caso, yo lo veo como un alma afín, no me siento superior, no siento que me hayas herido, solo tengo amor en mi corazón por usted, no puedo perdonarlo, solo lo amo. Quien ama, ya no necesita perdonar.”
El hombre no pudo disimular una cierta desilusión, ya que las palabras de Buda eran muy profundas para ser captadas por una mente llena todavía de turbulencia y necesidad, y ante esa mirada carente, el Buda añadió con comprensión infinita:
-“Percibo lo que le pasa, vamos a resolverlo: Para perdonar, ya sabemos que necesitamos a alguien dispuesto a perdonar. Vamos a buscar a los discípulos, en su soberbia están todavía llenos de rencor, y les va a gustar mucho que usted les pida perdón. En su ignorancia se van a sentir magnánimos por perdonarlo, poderosos por darle su perdón, y usted también va a estar contento y tranquilo por recibirlo, va a sentir un reaseguro en su ego culposo, y así más o menos todos quedarán contentos y seguiremos meditando en el bosque, como si nada hubiera pasado”
Esta es una colaboracion de Silvia Nora Devito


Equilibrio

La mejor señal de equilibrio en una vida es un sentimiento de bienestar, optimismo y una clara conciencia. La base para lograrlo es cuidar la propia espiritualidad, conservar en todo momento un espíritu apacible, afable y reflexivo. De ese modo sabré intuitivamente como satisfacer las diversas responsabilidades. Sólo puedo dar a los demás lo mejor de mí mismo cuando estoy en plena forma.

Para sentir este estado de plenitud debo fortalecer mi capacidad de permanecer estable ante las diferentes situaciones y escenas de la vida. Y junto a la estabilidad, tengo que desarrollar la habilidad de mantener un equilibrio entre:

Ser alegre, pero no excesivamente extrovertido.
Ser sincero, pero no herir.
Ser firme en las ideas pero no arrogante.
Ser humilde pero no sumiso.
Ser rápido pero no impreciso.
Estar contento pero no ser complaciente.
Ser despreocupado pero no ser descuidado.
Ser amoroso pero no apegado.
Ser pacífico pero no pasivo.
Ser disciplinado pero no rígido.
Ser flexible pero no débil.
Ser obediente pero no ciego.
Ser dulce pero no pegajoso.
Ser moldeable pero no tonto.
Ser introvertido pero no cerrado.
Ser decidido pero no testarudo.
Ser valiente pero no agresivo.
 
OM Shanti, Silvia